Ya está aquí el final de 2021. Año en el pusimos esperanzas de dejar atrás la pandemia y en que «hemo’ sido engañado’». Continuamos preguntándonos ¿cuándo acabará todo?
Lo que sí acaba es el año y, como tengo por costumbre,
concluyo con un índice de entradas de mi blog que sirva de índice para visitarlas
o revisarlas.
Comencé 2021 con La conspiración de los idiotas, haciendo alusión a los antivacunas e ilustrándolo con una foto de la tormenta Filomena, que nos auguró un año de bienes. La incluí dentro de la etiqueta «Reflexiones», que ha tenido otras tres entradas: Ligero de equipaje, sobre la etapa final de la vida; Pido perdón, que reflexiona sobre la responsabilidad que contraemos con nuestros antepasados; y El otoño, la estación que no me gusta nada.
En la etiqueta «Literatura» se encuentra El
asunto de los cuernos, una historia clásica sacada del Libro de Buen Amor.
Dentro del tema «Relatos» hay más entradas. Comencé hablando
de la pandemia en La
quinta ola, cuando apenas íbamos por la tercera y no esperábamos que
hubiese cuarta. Mi objetivo era ahuyentar los malos augurios con un poco de
sentido del humor. A continuación, puse el «relato de verano» que me publicó el
Diario de Ávila en 2020: El
aire que mece la vida. Para seguir con tres diálogos, sacados de los
ejercicios de un taller de microteatro que realicé: El
ascensor, Café
amargo y El
encuentro casual. Para terminar con otro «relato de verano» del mismo Diario, el de
2021: El
prodigioso viaje de Sebastián Barbadillo.
Del apartado «Historias» es Tormenta
sobre Tenoxtitlán, que habla de los últimos días de la mítica ciudad de los
aztecas. También Golosinas
y tebeos, un recuerdo personal de mis primeras lecturas. Y rescaté una
serie de conferencias organizadas por la asociación Ávila Abierta en 2014, en las que yo hice
de introductor: Qué
es la masonería.
Con la etiqueta de «Vida literaria» está Siete
años y medio después, en la que repaso la presentación en Ávila de mi
novela Operación Chamusquina. Y, cómo no, la VI
Gala de Premios La Sombra del Ciprés, que pudo celebrarse por fin, tras
saltarnos la del año anterior y cuyo resultado no deja de sorprendernos con
agrado.
Este año he realizado dos «Viajes» de los que me he traído
un reportaje fotográfico: Burgos y Pequeño
paseo por León.
Me queda por reseñar mi Defensa del Castellano, con la
entrada: El
castellano y sus peligros, en la que no abordo la defensa de
mi lengua, sino la del resto de idiomas españoles.
Hasta aquí lo que ha dado de sí mi blog este año. Año en el que publiqué una nueva novela y terminé de escribir otra (esto último es secreto). Espero seguir con fuerzas, ya que aprecio mucho este ejercicio literario de abrirme al mundo. Os agradezco a todos los que os habéis acercado hasta aquí vuestro interés y os deseo que en 2022 se cumplan vuestros mejores sueños.
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