Advierto que esto no es una reseña al uso, ya que la va a
hacer el autor. Por tanto, hay que olvidar cualquier atisbo de objetividad. Es más bien como una pequeña presentación, ya que me dispongo a explicar de qué va mi última
novela para aquellos que quieran valorar si merece la pena leerla. ¡Que sí la merece, caramba!
Operación Chamusquina está planteada como novela policíaca, o sea de género negro. Hay unos crímenes y una investigación. Tiene como particularidad el tono humorístico, que la desnaturaliza un poco, aunque mi intención era hacerla más atractiva.
En 2017 hice una pequeña publicación Operación Caipiriña,
cuyo objetivo principal era divertirme al escribir. Entonces creé unos personajes
para una trama policíaca que quería desmitificar la novela negra. Gustó mucho a
los que la leyeron, según me ha llegado el retorno de comentarios, así que me
planteé algo así como una saga; pero ¿cómo se me ocurría adentrarme en una saga
con autoediciones de tirada limitada? Con ello no podría llegar más que a los amigos de mi círculo
más próximo. Mas, como Elicio Iborra me pareció un personaje peculiar, digno
de escalar otros ámbitos, escribí una nueva trama con los mismos personajes para
enviarla a las editoriales tradicionales. Mi alegría fue grande cuando la Editorial Fanes quiso apostar por mí
y ya tenemos el resultado, acaba de salir a la calle Operación Chamusquina.
De momento no me planteo continuar la saga detectivesca, pero quién sabe.
Operación Chamusquina tiene el humor como ingrediente
principal y esto genera una doble consecuencia. Por un lado, agradará al lector y, por otro, puede ser considerado como un producto menor o más ligero. A los que
piensan así, quiero recordarles que muchas de las grandes obras de la literatura
fueron concebidas como obras netamente de humor y ahí está el hidalgo que enloquece
leyendo libros de caballerías y se lanza al mundo a desfacer entuertos. O el
pobre lazarillo que se busca la vida sirviendo a personajes poco recomendables.
El humor no desvaloriza las obras donde aparece —no digo que las haga mejores—, pero sí que las hace más agradables.
Elicio Iborra es un personaje un poco peculiar, para algunos
será un simple o un tonto, pero yo no me quiero reír de sus desvaríos, es más,
quiero reivindicarlo y para ello le he creado una biografía atormentada, con un
pasado en el que sufrió y que puede explicar su personalidad. El lector
decidirá si he triunfado en mi intento de humanizarle. A su alrededor hay otros
semejantes y algunos a los que se les puede llamar serios. Y todos juntos
pondrán su vida en peligro, intentando esclarecer un crimen.
Por otro lado, siguiendo la tradición de las novelas negras,
he querido tratar un tema social de fondo, como es la crisis económica de 2008. Mi intención no es tomar partido y
explicar por qué ocurrieron esas cosas, sino dejar una foto de cómo estaba la
situación. Se ambienta en el momento posterior al pinchazo de la burbuja inmobiliaria, con todas sus consecuencias: el paro, los desahucios, las preferentes y algo
peculiar, muy visible en la ciudad donde se desarrollan los hechos, Ávila: grandes
extensiones de zonas que iban a ser urbanizadas y se quedaron a medias. O más
bien en el inicio. El plano de Ávila tiene más de la mitad de su
territorio con viales construidos y parcelas vacías, donde estaban proyectadas
edificaciones que nunca llegaron a levantarse y, si lo hicieron, no se habitaron, quedando desmanteladas por el vandalismo. La novela lo enseña, que luego
cada uno saque sus conclusiones. Porque aquí a lo que hemos venido es a reírnos.
Recomiendo que el que esté interesado busque el libro en su
librería de barrio, es una de las mejores acciones que podemos hacer para
mantener las ciudades, apostar por el comercio de proximidad. Otra opción es
acudir directamente a la editorial y comprarlo online: Operación
Chamusquina - EDITORIAL FANES
LIBRO RECOMENDADO:
- Lo demás es cosa vana, de Cristóbal Medina (este me suena)
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