miércoles, 30 de junio de 2021

Siete años y medio después

El 7 de noviembre de 2013, fue para mí un día muy especial. No he tenido que buscar la fecha, ya que quedó grabada en la memoria y lo estará hasta que mi mente se haga papilla. Aquel día presenté en público mi novela «Lo demás es cosa vana», en el Auditorio de lo que antes se llamaba Fundación Caja de Ávila, con notable asistencia de público.

Era mi primera vez, mi estreno como novelista y mi iniciación para hablar en público. Recuerdo que los días previos tuve los nervios agarrados al estómago y en el acto en sí la voz me tembló de forma incontrolada. A pesar de lo cual, salí satisfecho, fui capaz de enhebrar mi discurso, gracias en gran parte a que la mayoría de los asistentes eran amigos que fueron a arroparme.

Por entonces, acababa de estrenar también este blog y redacté una entrada contando mis sensaciones. Luego todo ha pasado muy deprisa. Junto a César Díez Serrano y Alfredo Rodríguez, fundamos una asociación de escritores, La Sombra del Ciprés, que me ha puesto en el brete repetidamente de hablar en público: ser entrevistado para la prensa la radio y la televisión, moderar y participar en mesas redondas, clubs de lectura, presentar a compañeros escritores, tanto da si era poesía, novela o relato, organizar y participar en varias ediciones de los premios «La Sombra del Ciprés» e incluso impartir alguna conferencia. A pesar de mis limitaciones, ya que tengo miedo escénico, he logrado una soltura que algún amigo me acaba de recordar diciendo que ya tengo muchas tablas. Ganadas con el esfuerzo y alguna dosis de inconsciencia.

Sigue asustándome y poniéndome nervioso hablar en público, pero es un reto que acepto y al que ya no tengo miedo. Desde ese 2013 no había llegado a presentar otra novela mía, aunque sí que había publicado alguna más. Al menos no había hecho una presentación a lo grande, en un espacio amplio y con gran difusión en las redes.

El pasado 22 de junio, en el Auditorio Municipal de San Francisco, las condiciones se daban para reunir gran cantidad de público, debido a la expectación que estaba generando en las redes mi última novela «Operación Chamusquina», pero los elementos se confabularon en contra. Una hora antes del inicio de la presentación, una tormenta descargó un enorme aguacero, acompañado de rayos y truenos, que echaron para atrás a muchas personas que tenían pensado asistir al acto.

A pesar de todo, hubo aún muchos valientes que se desplazaron al Auditorio, presentando una entrada respetable. Creo que pasaron un rato agradable, puedes juzgarlo, si te apetece, con la grabación que hizo Bruno Coca, cuyo enlace pondré al final de este artículo.

Quisiera dejar aquí un recuerdo de este día, que también marca un hito en mi experiencia como escritor, y a la vez que quede por escrito mi agradecimiento a todos los que contribuyeron para que todo saliese bien y fuese ameno. Comienzo por mi entrañable amigo César Díez Serrano, artífice de la pequeña película que no me quiso hacer Alejandro Amenábar y conductor hábil del acto. Al concejal de Cultura, Ángel Sánchez, a Alquimia, a Bruno Coca, a los actores de la Película: Begoña Jiménez Canales, Ángeles Jiménez Soria, Sergio Sánchez, Gemma Orgaz y Ánzoni Martín. De igual forma estoy agradecido a los que leyeron fragmentos del libro: Gemma, Ismael, Ángeles y Begoña; a los que se prestaron a la broma de decir que mi novela era muy mala y a todos los que, a pesar de las dificultades, estuvieron en San Francisco un martes de junio a las ocho de la tarde, después de una pequeña réplica del Diluvio Universal.

Las fotos que acompañan las he tomado de las que me hicieron algunos amigos, Paula Velasco, Víctor Rodríguez, J.F. Fabián y Gris Medina.

Presentación de «Operación Chamusquina»

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario