jueves, 29 de junio de 2023

Autorretrato

El humor comienza por reírse de uno mismo, con ese motivo y con la excusa del periodo estival, más risueño, traigo aquí un soneto escrito hace tiempo, que quiere ser autorretrato. Le acompaña como ilustración un retrato, caricatura, en el que un artista callejero quiso verme de una forma más amable. Realizado hace ya también algún tiempo, el pelo que él me dibujó me escasea, aunque juro que lo tenía.


Érase un hombre a una nariz pegado,

érase una nariz superlativa…

A una nariz, Francisco de Quevedo

 

¿Y tú, amigo, quieres atribuirte

el triunfo del que presumir yo puedo?

Pues debes esforzarte con denuedo

si el laurel de feo pretendes ungirte.

 

Porque desconoces lo que es sentirte

reflejo del soneto de Quevedo,

exaltación que a ti te importa un bledo

pues con las napias no puedes batirte.

 

Si viviera Cervantes, pensaría

en mi panza para su Sancho zafio.

De mi cabeza también te diría

 

que deberán poner en mi epitafio:

«Como la cabeza aquí no cabía,

la tumba está vacía cual cenotafio».


© Cristóbal Medina 


No hay comentarios:

Publicar un comentario