La narrativa gráfica es una forma de expresión que
constituye un lenguaje, el cual es capaz de ser vehículo de expresiones
artísticas. Este lenguaje consiste en una sucesión de imágenes estáticas que
tienen relación entre sí, narrando una historia con escenas que se
complementan, generalmente suponiendo cada escena un avance cronológico de la
anterior. Para enriquecer la narración se le pueden añadir textos y
onomatopeyas. Además de que se pueden editar en forma de libro.
En entradas anteriores etiquetadas como “Narrativa Gráfica”
ya he demostrado que este lenguaje se ha utilizado en todas las épocas y
culturas. Sí, desde la Historia Antigua, al menos. Pero a finales del siglo
XIX, creyeron haberlo inventado de nuevo, más por ignorancia que por otra cosa.
Y a las pruebas presentadas me remito.
Me propongo, a partir de la siguiente entrada, realizar
una historia de las narraciones gráficas, que coincide con lo establecido como
ortodoxo. Esto es, desde que los primeros teóricos consideraron erróneamente que
el lenguaje nació en la prensa norteamericana de finales del siglo XIX, para
atraer compradores inmigrantes que no dominaban el idioma.
Vamos ahora a contemplar cómo ha evolucionado un lenguaje
que es un perfecto contenedor de diversos materiales, tanto artísticos como de
entretenimiento, pero todos ellos beneficiosos para el desarrollo de la
inteligencia y que posibilitan el poder disfrutar del placer de la lectura. En
el siglo pasado, el XX, hubo tantísimas narraciones gráficas publicadas en el
Mundo que resulta inabarcable la realización de un compendio de todas ellas. No
queda más remedio que hacer un resumen con las más significativas. Pero, debido
a la falta de perspectiva histórica, no conseguiré saber si estoy siendo
objetivo. Por tanto, tan solo puedo destacar lo que personalmente me gusta, en
el pequeño círculo de lo que conozco, tomando como referencia las antologías ya
publicadas.
Me han sido de gran utilidad la Historia de los Cómics, de Toutain, dirigida por Javier Coma (Toutain
Editor, Barcelona, 1983) y Del tebeo al
manga, una historia de los cómics, coordinada por Antoni Guiral (Panini
Comics, Barcelona, 2007-2014). Sirvan estos apuntes como bibliografía básica,
aunque el número libros consultados, y disfrutados, es mucho mayor.
En este repaso, lo que pretendo es criticar de forma
constructiva la denominada Historia de
los Cómics del siglo XX para
poner de relieve ciertos temas que nos aclaren por qué la Narrativa Gráfica no
ha conseguido el respeto que logró el Cine en un mismo periodo temporal.
Veremos cómo el lenguaje se consolida en los primeros años
del siglo XX en los EE.UU., cómo el resto del mundo importa esta codificación,
y cómo, a partir de entonces, son pocas las aportaciones realizadas; destacando
entre ellas el paso a la edad adulta del medio en los años 60, la dignificación
en forma de álbum aportada por la BD francobelga, o las innovaciones
narrativas del manga japonés. Como los procesos son similares en todos
los lugares nos fijaremos en algunos de ellos a modo de ejemplo, obviando otros
que ni siquiera mencionaremos para no sobrecargar un relato que ya de por sí es
extenso.
En fin, nuestro trabajo será criticar de forma comprensiva a algunos
autores que se han expresado en el lenguaje narrativo gráfico, situados en un
contexto determinado, para extraer conclusiones. Y para ello nos serviremos de
los países más significativos, EE.UU., Francia y Japón principalmente, con
alguna otra incursión que sirva de contrapunto a esos tres ejes geográficos.
Sirva esta entrada como introducción e invito a todo aquel
que tenga curiosidad por el tema a repasar las anteriores que se presentan bajo
la etiqueta de Narrativa
Gráfica.
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