¿Qué es mejor quedarse callado o decir lo que se piensa? En
ocasiones lo más beneficioso para uno es callarse lo que se piensa pero, cuando
me planteé este blog, lo hice con la premisa de utilizar todas mis facultades
intelectuales -si las tengo-, además de ser sincero con mis palabras. Por ello voy
a exponerme, una vez más, a que me crucen la cara por no ser políticamente
correcto. Hablaré de Cataluña y su derecho a ser una nación independiente.
Tengo la firme convicción de que las dos enfermedades
mentales más perjudiciales para el ser humano, y no sólo para quienes las
padecen, son el integrismo religioso y el nacionalismo. Así sin paliativos. Las
pruebas son tan evidentes que ni siquiera es necesario que justifique esa
afirmación. Esas dos lacras por separado o juntas -nacionalismo y/o religión-
están en el germen y el motor de todas las guerras y desastres humanos,
desde que el mundo es mundo y el ser humano es ser inhumano. Y quién no opine
igual tendrá que justificármelo.
Creo que tales disfunciones mentales provienen de un
planteamiento plano de la existencia. Es decir, de gente que sólo ve las cosas
en dos dimensiones y piensan que no es posible verlas de otra manera. Si miramos
un objeto en dos dimensiones (foto, dibujo…) veremos algo geométrico (cuadrado,
triángulo, círculo…) y de un color -o colores- determinados. Con ello nadie puede
discutirnos lo que estamos viendo, porque es lo que estamos viendo. Pero la
realidad no es plana, es tridimensional y el objeto que desde un punto de vista es circular,
desde otro puede ser triangular, y si se ve rosado desde un lado, al otro puede
ser azulado. Así dos individuos mirando desde dos lugares verán cosas aparentemente
diferentes, por mucho que se trate de lo mismo. Las personas inteligentes son
-somos- conscientes de este fenómeno y respetan -respetamos- la postura de los que no
piensan como ellos -nosotros-, tratando de encontrar vías de diálogo y entendimiento. Los integristas
-religiosos o nacionalistas- descalificarán a quien no vea lo mismo que ellos,
llegando al extremo de la guerra santa, la inmolación, o cuando menos el
insulto y la descalificación.
Creo que Cataluña tiene el derecho a decidir si quiere
seguir integrada en la nación española, y tienen el derecho de decidirlo
aquellos que viven en dicha región/autonomía/nación. Pienso que no pasa nada
por reducir el tamaño de nuestro país; Suiza es más pequeña que Castilla y es
un país independiente mucho más rico. Por otro lado estimo que si se independizan resultarán
más perjudicados ellos que el resto porque, aunque crean que aportan a la
economía española más de lo que reciben, deberían mirar del otro lado y verían
que a cambio tienen un gran mercado donde vender, que perderían si dejaran de ser
españoles.
¿Por qué veo las cosas así? Por favor, si has leído hasta
aquí, déjame explicarme brevemente. La soberanía está en el pueblo, la gente
del pueblo tiene varios estamentos en los que se organiza, su familia, su
comunidad de vecinos, su barrio, su ciudad, su región, su país, continente… El
poder político democrático funciona desde abajo hacia arriba, llevando a dar
más importancia, porque la tiene, a las instituciones más cercanas a las personas.
Yo me identifico completamente en los estadios inferiores a la ciudad, por
encima de ella hay mucho que discutir. Por ejemplo, los abulenses nos reconocemos
en el Mercado Grande, el Soto, el Arco de San Vicente, en próceres como Topamí, y un segmento de
paisajes, situaciones y circunstancias que un cacereño no entendería. Por otro
lado, me siento más cercano a un madrileño, de otra comunidad, que a un
soriano, de la mía. A un mexicano, de otro continente, que a un alemán, del
mío. ¿Se me entiende? Por encima de la ciudad todo es artificial y negociable.
Los países se han formado de muchas formas, pero muy pocas
tienen que ver con ese sentido democrático de organización. El motivo principal
ha sido el histórico y, si lo repasamos, la historia nos muestra a unos reyes,
con sentido patrimonial de sus dominios, peleándose con otros reyes en nombre de los
pueblos o creencias que representaban, pero siempre y prioritariamente, en nombre de sus
intereses de poder y riqueza. Siempre. En todos los casos. Lo reconocieran o
no. Lo supieran o se engañaran con grandes ideas.
Así, España, es lo que es por dos motivos: los Reyes
Católicos y Felipe V. Por sus intereses personales, vamos. Las bases están en
la guerra castellana entre Isabel “la Católica” y Juana “la Beltraneja”, que la
ganó la primera, uniendo Aragón a través de su matrimonio. Si la hubiera ganado
Juana, entonces España sería la unión de Castilla y Portugal, quedando Aragón,
con Cataluña, como otro país peninsular y quién sabe a quién de los dos se
hubieran agregado Navarra y Granada. Estas son las bases pero no la creación de
España, la cual procede de 1714 cuando en otra guerra de intereses de los ricos
(reyes/nobleza) se impuso FelipeV y acabó con la independencia parlamentaria y fiscal de
los países de la corona de Aragón, uniendo políticamente sus destinos al resto. Ver en
ello el plan de Dios, es al menos tan interpretable como la existencia misma de
ese Dios.
Niego que seamos una nación por la gracia de Dios. Somos lo
que ha traído el devenir del tiempo histórico. Y si una parte de los habitantes
del territorio no se sienten a gusto como españoles es que no lo son de hecho y
lo menos que debía ocurrir es que les dejaran expresarse, para que esa decisión
tuviese consecuencias. Si luego resulta que una mayoría de ellos se sienten
españoles, no hay más que esperar a que vuelva a surgir el deseo de separación
para volver a preguntarles. No volverían a sentir resquemor por el centralismo,
porque en sus manos está su destino. Así sólo serían españoles los que amaran a
España. Y los que no, mejor tenerlos de buenos vecinos, que de compatriotas
renegados.
No hay más camino democrático, que la democracia de abajo a arriba. Lo demás es cosa vana.
Un buen artículo que habla por sí solo.
ResponderEliminarÚnicamente añadiría dos cosas:
1-Rajoy cumple órdenes de Europa. A partir de ya, todo tipo de desorden público será reprimido de forma brutal, y los instigadores serán detenidos sin miramientos. Esto se aplicará desde hechos que ocurran en un pequeño ayuntamiento a una nación entera.
2- Lamento que los catalanes, que por cierto me caen muy bien, no vean lo que se esconde tras tanta insistencia de independentismo en sus políticos. ¡¡¡Estos no quieren dar cuentas a ningún ente superior de sus abusos económicos!!! del pasado ni del futuro. Malo es que salga el independentismo, pues seguirán llenándose los bolsillos a manos llenas, y malo también será que cedan en sus pretensiones independentistas, pues supondrá que los partidos centralistas les habrán hecho una amnistía en "petit commité" a estos impresentables. Además, en un momento de crisis, una independencia llevará a unos gastos brutales que pagarán de sus bolsillos los de siempre.