Piensa en esto: …cuando te regalan un reloj te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo… te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa… No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Instrucciones
para dar cuerda a un reloj
Julio Cortázar
Hace poco, mi amigo Julio Collado ha compartido en sus
redes sociales la voz de Cortázar recitando esta joya narrativa, que yo me he
atrevido a reinterpretar.
Preámbulo a las instrucciones para mantener encendido un
móvil
Cuando te regalan un teléfono móvil te regalan un pequeño
infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente
esa plaquita con pantalla brillante que atiende a tu huella digital y brilla como si se abriera el mundo mágico de los sueños, te regalan un nuevo
pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo,
que irá contigo a cualquier parte, vayas donde vayas, tanto si vas a escuchar
una sesuda conferencia como si te dispones a aligerar el vientre entre las
cuatro paredes de un baño. Te regalan la necesidad de tener siempre la batería
cargada, la obligación de llevar encima un cable o una batería portátil por si
de forma inesperada se apaga. Te regalan la obsesión de encenderlo y mirarlo cada
pocos minutos, no vaya a ser que alguien interaccione contigo en las redes
sociales y no estés al día, a la hora, al minuto, al segundo de lo que pasa. Te
regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y
se rompa. Te regalan su marca y la seguridad de que es una marca mejor que las
otras; te regalan la tendencia de comparar tu teléfono con los demás teléfonos.
No te regalan un móvil, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños
del teléfono móvil.
Instrucciones para mantener encendido un móvil
Una vez que tengas instalado su sistema operativo, bájate
todas las aplicaciones, las que puedas y las otras. Entenderás la utilidad de
saber en todo momento qué tiempo hace, si llueve o sale el sol, sin necesidad
de asomarte a la ventana. Podrás fotografiar una planta y saber cuál es su
nombre, aunque este se te olvide cuando abras la siguiente aplicación. Tendrás tiempo
infinito para curiosear en la vida de tus amigos, de tus enemigos y de
aquellas personas que nunca conociste ni llegarás a conocer. Sabrás si el vecino
tiene ya novia y si es guapa. Conocerás dónde ha ido de vacaciones tu prima. El
mundo entero estará a tus pies, pues tendrás todo lo que nunca llegaste a
imaginar al alcance de tus manos, de tus dedos. De tu vista, ya presa para
siempre de la pequeña pantalla.
Eso sí, olvídate de la gramática, cómete al escribir letras, sobre todo las innecesarias vocales; no pongas los signos de apertura de las interrogaciones, pulsa seguidas
cuatrocientos signos de admiración, intercala más emoticonos que caracteres y, sobre
todo, olvida lo que sabes del idioma castellano, que es un idioma de
perdedores. Preocúpate de escribir bien las palabras inglesas: smarphone,
live, like, messenger, what, mix, power… Y todas aquellas que pueda defecar
una red social cualquiera.
¿Qué mas quieres, qué más quieres? Guárdalo en el bolsillo,
pero al alcance de la mano para cualquier urgencia. Urgencia del móvil, no
tuya, pues a partir de ahora serás su esclavo, dedicarás tu vida a él,
dedicarás tu sueño a él. Dedicarás a él tu libertad. Has dejado de ser libre, autónomo; perdiste cualquier atisbo de inteligencia. El miedo se apoderará de
tus entrañas, pues no sabrás qué hacer si un día —los dioses del Olimpo no lo
permitan— su brillante pantalla se apaga y deja tu mundo a oscuras. Allá en ese
instante te llegará la muerte y no habrás entendido nada de la vida.
Genial recreación del gran Julio Cortázar.
ResponderEliminarY gracias por mentarme aunque sea bien.