Uno mismo no puede reseñar sus libros. Sería hacer trampas,
convirtiendo la reseña en mera publicidad. Esto desde luego no es una reseña,
aunque lo etiquete así, y procuraré por todos los medios conscientes que no sea
publicidad. Pero me gustaría hablar de mi primera novela y explicar de qué va y
cómo surgió. O, al menos, contar una historia que tenga como referente mi iniciación
en el oficio literario.
Yo jamás pensé que un día sería escritor, que disfrutaría
escribiendo, que publicaría y que vendería novelas. Cerca de los cincuenta años
me di cuenta de que disfrutaba con ello. Primero me probé escribiendo un ensayo
sobre lo que era mi pasión declarada, la narrativa gráfica, los tebeos, que
ahora estoy reescribiendo para este blog. Eso fue en 2006. Después di el salto
y me atreví con una novela, El Inmaterial, publicada en Bubok en impresión bajo
demanda en 2008, y que ahora, coincidiendo con el décimo aniversario, reedito,
actualizada y corregida, sobre todo en estilo.
En aquel lejano año, no sabía si sería capaz de acabarla o
si vendría una segunda y tercera novela, como así ha sido. Por lo que decidí
darlo todo y el proyecto fue ambicioso. Mucho. Volqué todo mi conocimiento, toda
mi filosofía y todo mi interés, a riesgo de pasarme de frenada.
El primer escollo que me surgió fue decidir quién sería el
narrador de la historia y no fui capaz de arrancar hasta que lo resolví. Más
bien decidí que ese narrador sería la clave de la novela. Luego vino el
argumento, que es a lo que le di menos importancia. Siempre he defendido que en
una novela el factor más insignificante es el argumento y suelo emplear el
ejemplo del Quijote. ¿Puede concebirse un argumento más simple que un lector
que se cree las historias fantasiosas que lee y quiere ponerlas en práctica?
Pues Cervantes con algo tan sencillo intentó una novela corta, del tipo de La
Gitanillla, Rinconete y Cortadillo o el Licenciado Vidriera. Simples anécdotas
para hacer pasar al lector un buen rato. Pero don Miguel se cebó. Después de
acabar la novela corta con la primera salida del Quijote a hacer sus locuras se
quedó con ganas de más y escribió una segunda salida mucho más larga. Así nació
la novela moderna. Años más tarde, debido al éxito de su obra, y un poco para
reivindicar el personaje que había sido plagiado, escribió la segunda parte del
Ingenioso Hidalgo. Y ahí surgió la obra cumbre de la literatura hispana, a pesar
de la ridiculez de su argumento.
Bueno, pues yo ingenié un argumento, del cual no puedo desvelar
nada, ya que la historia da giros inesperados, convirtiéndose varias veces en
algo distinto a lo que el lector pensaba que estaba leyendo. Esto me preocupó, temiendo
que alguno de los giros pudiera defraudar o hacer sentir rechazo.
Fue algo experimental y no estaba seguro del resultado. Pero
la novela creció y lo cierto es que me sorprendió. Sobre todo estuve encantado
con todo lo que disfruté imaginándola y escribiéndola. Me obsesionaba. A todas
horas la tenía en la cabeza dándome vueltas hasta que la concluí.
Me puse el mundo por montera y envié mi obra a todas las
editoriales grandes, impresa y encuadernada en alambre. Una tras otra me
rechazaron. Entonces me desilusioné, pero no desistí, recurrí a la autoedición.
Conocí por una entrevista a una empresa recién fundada, llamada Bubok, que
ofrecía los libros en impresión bajo demanda y no requería realizar más
inversión que pagar el ISBN y los cuatro libros del depósito legal. A partir de
ahí, cada ejemplar se imprimía para cada comprador. La maqueté, realicé una
rudimentaria portada y me imprimí algunos ejemplares que ofrecí a mis amigos, comprometiéndoles
a comprarlos.
La experiencia fue agridulce. Aunque estaba muy satisfecho
con la obra realizada, me di cuenta de que algunos pasajes estaban subidos de
tono y me avergonzó que lo leyeran algunos lectores que me la compraron. Entonces
los suavicé cambiando el texto cada vez que realizaba alguna corrección. No sé
si esto está bien, pero realicé muchas relecturas y en cada una cambiaba la maqueta
para los siguientes lectores que demandaran su impresión. Este tipo de edición
me lo permitía.
Primera portada |
La idea de la portada era atraer compradores, por lo que
utilicé un reclamo sexual, con una mujer desnuda vista a través de una
cerradura, que era una metáfora del argumento. De ese del que no puedo hablar.
Así, además, avisaba de algunas escenas tórridas narradas. Más adelante intenté
perfeccionar un poco la rudimentaria portada, aunque manteniendo su esencia.
Y ahora vuelve a salir a la luz, renovada. Quise evitar la
portada que entendí que me sonrojaba y podía apuntar a lo que no era la novela
y se la encargué a una gran ilustradora y artista: Gris Medina. La tenía en
casa, pero es una auténtica profesional y la recomiendo a todos mis amigos
escritores y también a los escritores que aún no sean mis amigos. Seguro que no
les defrauda. Aquí dejo su web: http://grismedina.mbit.ga/ y su Instagram: https://www.instagram.com/grismedinaart/.
El Inmaterial es una obra muy diferente a mis otras dos
novelas posteriores. A Lo demás es cosa vana, novela histórica, de aventuras
y amoríos, y también a Operación Caipiriña, una novela negra con humor, que
escribí con el sano propósito de divertirme.
Y esa es la historia. La otra, la que cuenta El Inmaterial,
hay que leerla y no puedo adelantar más que su temática es el misterio, aunque no puede encuadrarse en ningún género. Por si
alguien quiere curiosear el precio, aquí tiene el enlace: https://www.bubok.es/libros/2539/El-Inmaterial. La empresa funciona muy bien, es fiable y no tardan en enviarla al domicilio
del comprador. O también puede encargarla en cualquier librería y así evitar
los gastos de envío.
enhorabuena por la perseverancia y la reedición, pero sobre todo por tu hija, a quien ya alabé sin saberlo al elogiar la portada del anterior libro que comentabas. No sé quién se parece a quién, pero me pareció como si esa portada pudiera ser tuya, lo que pasa es que como más refinada. Es lo que tiene el progreso de las especies.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo. Yo intenté ser dibujante, pero me faltaban esas facultades de las que está sobrada mi hija. Ya es graduada en Bellas Artes y con un máster (real) en ilustración y dibujo digital. Puedes ver también su magnífica portada de "Leyendas según los abulenses". Y paro, porque se me cae la baba... :-)
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