miércoles, 29 de julio de 2020

Por la senda de Tumut


Me encanta recomendar libros que me han gustado, y así vengo haciendo. Pero he tenido mis dudas en este caso, ya que pudiera pensarse que no hago más que devolver un favor.

He conocido a Luis José Martín García-Sancho hace poco, a través de la asociación a la que ambos pertenecemos, La sombra del ciprés. Ya sabía de él por su blog Arevaceos, pero vivimos en ciudades diferentes —Arévalo y Ávila— y por ello no habíamos coincidido antes en actividades culturales o simplemente tomándonos un vino. Decidimos intercambiar nuestros libros y él se ha adelantado a realizar una reseña del mío en su blog. Como habla bien de mi novela, pudiera pensarse que yo ahora le devuelvo el favor, hablando bien de la suya y es algo que quisiera dejar claro desde el comienzo. 

No me cabe duda de que a Luis José le gustó Lo demás es cosa vana, ahí están sus palabras, pero a nadie debe caberle duda tampoco de que las mías que siguen son sinceras. Por la senda de Tumut es una excelente novela, que merece la pena ser leída y que disfrutará quien lo haga.

Está ambientada en el Paleolítico superior, hace unas decenas de miles de años, cuando coincidieron en el espacio y en el tiempo dos humanidades distintas, el Homo Sapiens Neanderthalensis y el Homo Sapiens Sapiens, o sea nosotros. Luis José da una visión, apoyada en los últimos estudios científicos, de cómo pudo ser esa convivencia, y pone en valor a la especie de los “hombres fuertes” —neandertales—. Además de demostrar un conocimiento preciso de la flora y la fauna de tierras mesetarias de la península Ibérica, que es la otra gran afición del autor, además de la literatura.

El argumento es la narración de la historia del Clan de los Lobos, realizado por la anciana Gara a los más jóvenes de la tribu en la noche de Jara. Este clan procedía de los antiguos cazadores de mamuts, animales casi extintos, que se asentaron en unas tierras con nombres míticos, pero que tienen una concordancia con las que existen al norte del sistema central, entre Ávila —grandes rocas de Ámila— y Arévalo —el pino Vaceal—. Se describe la vida de varias generaciones, que tienen que superar numerosos conflictos hasta el desenlace final. Pero este relato es el germen de la historia épica de los fundadores del clan, para que las nuevas generaciones puedan conocer quiénes fueron sus antepasados.

A pesar de la distancia cronológica de los hechos narrados, los vemos muy cercanos a nuestros días, pues trata de temas intemporales como la violencia, el egoísmo, el amor, la ecología, el racismo o incluso el feminismo, en los cuales podemos vernos reflejados los lectores de hoy. Es muy interesante el punto de vista del autor sobre todos estos temas, con el que coincido plenamente y que posibilita que el lector pueda planteárselos, si aún no lo ha hecho.

El género narrativo que utiliza Luis José es el del cuento, con sus características propias. Se relatan acontecimientos, sucesos y vidas, que tienen como objetivo el despertar una reacción emocional impactante en el lector. Esto lo lleva a cabo mediante la intervención de un relator, la anciana Gara, en cuyo discurso prevalece la narración sobre el monólogo, el diálogo o la descripción. La novela es por tanto un gran cuento, cuyo contenido se instaura como el material cultural aglutinante de un pueblo. Pero no un pueblo racial, de determinada sangre o creencias, sino heterogéneo, tal y como es la sociedad de hoy en día. Es una de las grandes vetas filosóficas de la novela, el respeto por los diferentes y la defensa de la libertad y la cooperación, como forma de progresar, sin importar el origen, las creencias o la “raza” de los individuos.

El libro es, además, una crónica de cómo debió ser el nacimiento de la literaria, la cual tiene un origen en la narración oral, creadora de mitos a través de relatos de personajes reales que acabaron convirtiéndose en legendarios, por las encadenadas versiones de los sucesivos narradores. La misma Biblia tiene su origen en este tipo de transmisión oral de leyendas antiguas, ya que sus libros se originan a partir de relatos existentes siglos antes de ser escrita.

Por la senda de Tumut es de lectura fluida, manteniendo el interés a lo largo de todas las páginas a pesar de la multitud de personajes y el largo período cronológico. Sin duda es un libro muy recomendable, lleno de sabiduría, de cuyo autor espero que pronto nos dé la alegría de una segunda parte.

Dejo un enlace a su blog, que recomiendo a los amantes de la narrativa, pero también a los de la naturaleza: http://arevaceos.blogspot.com/

1 comentario:

  1. Gracias por tus palabras, Cristóbal. Me alegra mucho que coincidamos en planteamientos filosóficos o sociales intemporales. Cualquiera que haya leído "Lo demás es cosa vana" se dará cuenta de esa coincidencia en la manera de pensar o de sentir una realidad actual a través de personajes históricos.

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